Como si la diabetes no fuera bastante...

Además de ser diabética, tengo el estómago delicado y sufro más a menudo de lo que me gustaría de unos dolores horribles en la boca del estómago (que en ocasiones hasta me cuesta respirar) y una angustia de lo más desagradable.
Cuando se juntan estas dos situaciones en una persona a la que le gusta (mucho) comer y disfrutar de la comida, es una putada (perdonar el vocabulario).

Empiezo a perder la cuenta de cuantas veces me ha tocado ir a urgencias por esta razón (nunca por mi diabetes, que ya es raro después de 34 años).

Ahora, como si la diabetes no fuera bastante para tener que controlar la comida, tengo que seguir unos días de dieta blanda y luego seguir con mi rutina, que a ver si os vais a pensar que en mi rutina está inflarme a grasas, azúcares y alcohol, nada más lejos de la realidad.

Desde mis 4 años de edad sigo una dieta mediterránea de lo más saludable, si bien es verdad que no es una dieta estricta. He de dar las gracias por el nolotil y el pimperan, que me han quitado el dolor y la angustia en todas las ocasiones que lo he necesitado.

La parte mala de todo esto (no sé si tiene una buena) es que he de acostumbrarme en los grandes eventos donde se abusa de la comida, a controlarme más todavía. Solo probaré las ensaladitas y el agua mineral, sin gas por supuesto, que el gas también me sienta mal, mientras el resto de comensales se pone las botas.


Solo espero no oír la frase de "pobrecita que no puede comer esto o lo otro" igual que cuando era pequeña, porque ahora soy capaz de arrancarle los ojos al primero que me lo diga, que ya no tengo 4 años y además tengo las uñas largas.

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