El otro día fui a recoger las lancetas para mis plumas de insulina al ambulatorio de al lado de mi casa. Era la primera vez que las recogía allí, porque, por unas cosas o por otras, siempre me las ha dado mi endocrino, y me dieron unas lancetas nuevas.
Para empezar, las lancetas B-Braun no encajan bien en la pluma. Es como si fueran más estrechas de lo normal y hay que hacer filigranas para enroscarlas. A veces se quedan a mitad, a veces parece que se van a partir de la fuerza que hay que hacer para que encajen. A veces hay que hacer tanta fuerza para ponerlas que las agujas se doblan, ¡se doblan! En fin... una historia.
Cuando has conseguido que se queden en su sitio, quitas el capuchón de plástico, y ¡sorpresa!, la aguja es de 8 milímetros y además no tiene protector interno.
En cambio, las lancetas BD encajan suavemente, se enroscan con facilidad en las plumas (en las dos que gasto, la de humalog y la de Lantus) sin necesidad de romperse las uñas (como me ha pasado con las otras).
Al quitarles el capuchón exterior tienen otro interior más pequeñito solo para la aguja, y además son de ¡5 milímetros! Aquí el tamaño si importa, contra más pequeñas son, mejor.
¿A quién hay que quejarse para que en el ambulatorio o centro de salud de turno den las lancetas buenas, en lugar de las malas? ¿A quién han "sucado" (termino muy de mi tierra) para que repartan estas lancetas, que son más malas que la tiña, en lugar de las otras, aún sabiendo que son malas de cojones? Ays, que mal repartido está el mundo...
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